La Bolsa reduce a la mitad la prima de la oferta del BBVA por el Sabadell

Merceces Mora / Ana Balseiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Ricardo Rubio | EUROPAPRESS

El banco catalán ha subido un 7 % desde que se conoció la operación, y el vasco ha caído un 10 %, lo que resta atractivo al canje de la fusión

03 may 2024 . Actualizado a las 19:01 h.

La pelota está en el tejado del Banco Sabadell, y BBVA tiene prisa por conocer la respuesta del banco catalán, que todavía no ha puesto oficialmente fecha a la reunión extraordinaria en la que su consejo habrá de decidir si hay o no negociación.

Sobre la mesa, una operación que se pagará exclusivamente en acciones —sin ningún tipo de contraprestación en efectivo—, a razón de un título de BBVA por cada 4,83 del Sabadell. Una prima de prácticamente el 30 % respecto al precio al que cotizaba la entidad que preside Josep Oliu el pasado lunes, un día antes de que una filtración dejara al descubierto los planes del banco que pilota Carlos Torres y todo se precipitase, cogiendo con el pie cambiado a todos, incluida la entidad catalana.

Con esa ecuación de canje, y tomando siempre como referencia la cotización del 29 de marzo, lo que el BBVA ofrece son 2,26 euros por cada acción del Sabadell. O lo que es lo mismo, valora el banco catalán en casi 12.300 millones de euros.

Es mucho más de lo que estaba dispuesto a pagar hace tres años y medio, cuando intentó por primera vez la fusión. El Sabadell pedía entonces unos 2.700 millones, un coste que no entraba en los planes de BBVA. Los intentos por cuadrar una ecuación que convenciera a ambas partes no cuajaron, y la fusión se descartó tan solo 11 días después de que ambas entidades admitieran las conversaciones.

Bastante más es lo que ofrece ahora el equipo de Torres, sí, pero es que el Sabadell ya no es lo que era. Para empezar, su valor en Bolsa ronda los 10.000 millones, cuando en el 2020 era de unos 2.000. Pero es que, además, en estos tres años y medio el banco catalán ha cambiado mucho. Y para mejor. Desde aquella negativa a unir su destino al de BBVA, la entidad ha sufrido una profunda transformación. Por aquel entonces tenía por delante una dura tarea para mejorar en eficiencia y rentabilidad, reducir la morosidad y recortar el volumen de créditos dudosos. Y la no menos ardua de reconducir la situación de TSB, su filial británica, que en el 2020 perdió 220 millones. Aquel año, en el que el covid golpeó de lleno a su negocio de empresas, el Sabadell solo gano dos millones de euros. En los tres primeros meses de este 2024 el beneficio ha sido de 308 millones, y TSB aportó 46.

Mejora de la oferta

Precisamente por eso, algunos expertos consideran que la propuesta de BBVA resulta algo ajustada. Sobre todo porque es una oferta en acciones y en los tres días que han transcurrido desde que se destapó la operación, esa prima del 30 % se ha quedado en el 16 %, tras subir las acciones del Sabadell un 7 % y bajar las del BBVA un 10 %. Es el riesgo que se corre cuando se paga en títulos y los acontecimientos se precipitan.

También por eso, fuentes financieras aseguran que es muy probable que BBVA tenga que mejorar la ecuación de canje o poner sobre la mesa una contrapartida en efectivo, si no quiere que la operación acabe en nada, como en el 2020.

Si la contrapartida es apropiada la o no tendrán que decidirlo los miembros del consejo del Sabadell en los próximos días. El lunes es la fecha que se maneja en el mercado. Será entonces cuando se sienten a valorar, con Goldman Sachs y Uría Menéndez como asesores, una operación que dejaría a la cúpula directiva del actual Sabadell relegada en el reparto de poder. Dos consejeros no ejecutivos y un vicepresidente es lo que BBVA les ofrece. Pero tanto el presidente como el consejero delegado del nuevo banco saldrían de las filas de la entidad que dirige Carlos Torres.

Su cuota de mercado en pymes, la joya de la corona del Sabadell

El proceso de concentración bancaria que se inició tras la crisis del 2008 escribe en los últimos años un nuevo capítulo. Y es que, a las fusiones y absorciones que vieron la luz entonces por necesidad —lastrados los balances por el peso de las malas decisiones inmobiliarias y el estallido de la burbuja—, se suma en los últimos años una nueva ronda de operaciones marcadas por criterios meramente estratégicos. Es el caso de la segunda petición de matrimonio que el BBVA le ha hecho al Sabadell.

La clave está en la gran complementariedad de su negocio, ya que mientras que el banco que preside Carlos Torres es fuerte en banca de particulares y empresas, la joya de la corona del la entidad que lidera Josep Oliu está en las pymes, el mismo segmento en el que reinaba el ya desaparecido Banco Popular, liquidado en el 2017 y absorbido por el Santander.

Hasta el 25 % del mercado

De hecho, el Sabadell ha reorganizado este año su división de empresas precisamente para seguir creciendo en dicho segmento, donde tiene un 16 % y aspira a alcanzar una cuota de mercado del 25 %.

Y aunque ese es uno de sus principales atractivos para hacerlo especialmente apetecible para el BBVA, no es el único. En clave exterior, la entidad vasca tiene presencia en gran parte de Latinoamérica, con México a la cabeza. No en vano, ese país sigue siendo el gran motor del grupo, ya que aporta más de la mitad de sus beneficios (1.441 millones de euros en el primer trimestre de este año, el doble que en España). 

El TSB como ariete

En el caso del Sabadell, su mayor activo exterior es el británico TSB. Aunque su compra, por 2.350 millones de euros —el 20 de marzo del 2015, anunciada por sorpresa en plena Semana Santa— no estuvo exenta de dolores de cabeza para la entidad de origen catalán, superados los problemas que ocasionó su integración tecnológica y que incluso supuso una sanción económica en el Reino Unido para Sabadell, el TSB no solo aporta ya beneficios al grupo (43 millones de euros en el 2023) sino que el consejero delegado, César González-Bueno, señaló en la última presentación de resultados que la mejora de los beneficios del grupo el próximo año se apoyará especialmente en el TSB, en un contexto europeo de previsible bajada de tipos.

Así las cosas, dado que el BBVA solo cuenta con el banco móvil Atom Bank, el TSB sería el ariete con el que abrir mercado en las islas británicas.

Un 20 % de ingresos adicional

El gran beneficiado por la operación de fusión será la entidad que lidera Carlos Torres. Así lo sostienen los informes realizados por el banco de inversión Goldman Sachs o por la agencia de calificación crediticia Fitch, que señalan que el BBVA aumentaría sus ingresos en un 20 % de cerrarse finalmente la operación.

Despidos, cierre de oficinas y ajustes, el probable camino de la fusión

J. M. Camarero, Colpisa

Nada más conocer la intenciones de BBVA por hacerse con Sabadell, las alarmas se encendieron en las plantillas de los dos bancos llamados a fusionarse. De salir adelante la operación, el grupo resultante sería mucho más grande que el actual, aunque la transacción no estaría exenta de problemas internos: los ajustes de una parte de los trabajadores serían inevitables, aunque desde el BBVA se ha avanzado que descartan adoptar medidas traumáticas.

También se enfrentan al cierre de más sucursales, agravado por la digitalización. La banca ha prescindido de un 42 % de sus trabajadores en los últimos 16 años. En el caso de que BBVA y Sabadell se unan, el grupo analizará qué parte de su plantilla es prescindible. BBVA y Sabadell llegarían con una plantilla conjunta de 140.776 trabajadores, de los cuales 41.634 estarían en España. De hecho, las secciones sindicales de CC.OO. de ambas entidades ya han exigido que la fusión «se haga con todas las garantías».

El proceso de cierre de oficinas también comenzó en pleno estallido de la burbuja inmobiliaria. Cuando BBVA y Sabadell se fusionen, si finalmente lo hacen, se pondrán a analizar dónde hay duplicidades de sucursales. Sabadell tiene una importante presencia en Cataluña y la Comunidad Valenciana, así como en Madrid y el País Vasco, por los procesos de integración llevados a cabo en los últimos años.

En todos esos territorios BBVA también se encuentra plenamente asentado. Entre ambas firmas acumulan 3.084 oficinas en España (1.881 de BBVA y 1.203 de Sabadell).