La Fegamp eleva a una veintena los concellos afectados por plagas de moscas y urge una actuación de la Xunta

GALICIA

Sonia Rodríguez, vecina de Tomiño, muestra una de las cintas adhesivas que ha colocado en su negocio, completamente llena de moscas
Sonia Rodríguez, vecina de Tomiño, muestra una de las cintas adhesivas que ha colocado en su negocio, completamente llena de moscas Mónica Torres

Reclama un plan de actuación coordinado como el que se organizó para hacer frente a la velutina

02 may 2024 . Actualizado a las 20:10 h.

Una veintena de concellos gallegos están afectados por una plaga de moscas, según la información que los propios consistorios han remitido a la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp). Se trata de Narón, Bergondo, Coirós, Cerceda, Aranga, A Laracha y Teo, en la provincia de A Coruña; Tomiño, Oia, Gondomar, Salceda de Caselas, Salvaterra de Miño y Silleda, en la de Pontevedra; Muiños, Rairiz de Veiga, A Gudiña, A Teixeira, Vilamartín de Valdeorras, en la de Ourense; y Paradela, Riotorto y Burela, en la provincia de Lugo.

Todos ellos informaron de que habían detectado aumentos bruscos de las poblaciones de moscas. Y aunque algunos hablan de que esa proliferación duró menos de tres meses, en otros la situación se prolonga en el tiempo. Lo aseguran municipios tan distantes entre ellos como Rairiz, Teo, Paradela o Salvaterra. No comparten provincia, pero tampoco patrón. Apenas seis de los concellos afectados relacionan la zona donde se acumulan los insectos con cursos de agua. Y apenas cuatro vinculan esas proliferaciones con momentos en los que se realizaron actividades como limpiezas de granjas, abonados o manejo de residuos.

Así las cosas, la Fegamp urge al Gobierno gallego a abordar esta situación, que en algunos casos está generando importantes problemas a la población de los concellos afectados. La alcaldesa de Tomiño, Sandra González, ha llegado a denunciar que la presencia masiva de estos insectos está afectando a la salud mental de los vecinos. «Xa é hora de que a Xunta interveña sobre este asunto», apuntan desde la federación, asegurando que la plaga «xa se alonga no tempo e agora está a agudizarse».

La Fegamp entiende que se necesita una intervención coordinada con los concellos en la que participen los departamentos autonómicos con competencias en medio rural, medio ambiente, sanidad y administración local. Ponen como ejemplo el trabajo hecho ante la plaga de velutina «no que despois de celebrarse varias xuntanzas dende o goberno da Xunta cos concellos se concretaron estratexias e iniciativas que paliaron a situación, así como mecanismos de coordinación e seguimento que están dando bos resultados».

Reclaman, además, agilidad, recordando que la Fegamp ya pidió una reunión al Ejecutivo gallego en el mes de diciembre, pero que esta no se celebró hasta el pasado 23 de abril. En ese encuentro, se acordó que la federación enviaría a la Xunta información sobre la situación en los distintos concellos, así como el informe que la Universidade de Vigo realizó sobre la situación de la plaga en Tomiño, y que, entretanto, se iría gestionando la reunión con los distintos departamentos autonómicos.

«Toda vez que por parte da Fegamp e dos concellos afectados se cumpriu co acordado, resta que dende a Xunta de Galicia se convoque con urxencia a xuntanza ante a gravidade da situación da praga das moscas neses concellos», reclama la federación en una nota remitida a los medios.

Un informe de la UVigo sobre Tomiño indica que son moscas domésticas

Científicos de la Universidade de Vigo han hecho un informe sobre la situación que se vive en Tomiño, uno de los municipios más afectados. Desde hace dos o tres años se dan aumentos bruscos de las poblaciones de moscas, en diferentes épocas y puntos del concello. El análisis confirmó que la especie problemática es la mosca doméstica, la misma que reporta, por ejemplo, el Concello de Narón. 

Las proliferaciones se caracterizan por cientos de individuos congregados en un sitio, «cunha gran preferencia por entrar nas casas ou posar nos muros, portas, cordas, roupa tendida, chemineas e outras infraestruturas humanas». Pero también se observaron grandes cantidades posadas en el suelo o en los caminos de tierra. Esas acumulaciones en un lugar concreto suelen durar entre 3 y 5 días, pero se repiten luego en otros puntos, sin que haya una correspondencia con zonas próximas a explotaciones ganaderas. Sí ven «evidente» que se producen a lo largo del Miño, a distancias medias de un kilómetro respecto al río.

El estudio no confirma las causas de esas proliferaciones bruscas, pero sí marca circunstancias que pueden influir. Por un lado cita las actividades de abonado, recomendando, por ejemplo, mejorar el tratamiento del estiércol y promover procesos de compostaje que reduzcan la carga de huevos y larvas antes de aplicarlo al campo. Por otro, señala que el aumento de áreas urbanizadas y la pérdida de zonas con vegetación nativa reduce el hábitat de especies depredadoras de las moscas, como los pájaros insectívoros, cuya labor es especialmente importante en el control de plagas.