Varias ciudades británicas inician la detención de los primeros inmigrantes ilegales que deportarán a Ruanda

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Rishi Sunak, a su salida de Downing Street, la residencia en Londres del primer ministro británico.
Rishi Sunak, a su salida de Downing Street, la residencia en Londres del primer ministro británico. Chris J Ratcliffe | REUTERS

De los 5.700 migrantes que figuran en la lista de primeros deportados, el Gobierno estima que más de 3.000 están ilocalizables

01 may 2024 . Actualizado a las 21:07 h.

Aunque los vuelos con inmigrantes ilegales hacia Ruanda todavía no tienen fecha para despegar y solo se sabe que el Gobierno británico desea que comiencen a salir como muy tarde al inicio del verano, los primeros candidatos a ser deportados hacia el país centroafricano han comenzado a ser aprehendidos por la policía.

«Nuestros agentes de la ley trabajan a buen ritmo para detener a aquellos que no tienen derecho a estar en este país [...] Se trata de un trabajo complejo, pero seguimos absolutamente comprometidos a ejecutarlo, para así detener los cruces [por el Canal de La Mancha] y acabar con el modelo de negocio de las bandas que trafican personas», declaró el ministro del Interior, James Cleverly, en un comunicado.

En las últimas horas en ciudades como Londres, Birmingham, Bristol, Glasgow y Liverpool las fuerzas de seguridad realizaron operaciones para capturar a simpapeles. Estos procedimientos se dieron a conocer solo unos días después de que el Parlamento aprobara la ley que blinda la polémica iniciativa para combatir la inmigración ilegal, sino a menos de 24 horas de que los británicos concurran a las urnas para elegir nuevos alcaldes y concejales. Las encuestas le pronostican un batacazo al gobernante Partido Conservador.

El Gobierno no reportó cuántas personas han sido detenidas. Sin embargo, esta misma semana la BBC informó que de los 5.700 inmigrantes ilegales que figuraban en la lista de los primeros deportados «solo 2.143 seguían presentándose ante el Ministerio y pueden ser localizados». Es decir, las autoridades le habían perdido la pista de más de 3.000.

Pero mientras la policía iniciaba la detención de simpapeles, el diario londinense The Sun reportó que uno de los posibles deportados aceptó ser enviado a Ruanda voluntariamente. Esto, tras recibir una oferta de un pago de 3.000 libras (3.500 euros) para ayudarlo a asentarse en el país centroafricano.

Esta iniciativa es otra de la baterías de medidas con la que el primer ministro Rishi Sunak desea combatir la inmigración ilegal, pero es distinta al controvertido plan de deportaciones.

La prensa informó que el deportado, cuya identidad y nacionalidad no fueron informadas, fue enviado en un vuelo comercial a Kigali, la capital ruandesa.

Las detenciones han sido criticadas por activistas de Derechos Humanos. «Esto está causando miedo, angustia y gran ansiedad entre los hombres, mujeres y niños que han huido de la guerra y la persecución para encontrar seguridad en el Reino Unido», denunció Enver Solomon, director ejecutivo del Consejo para Refugiados.